«Veo cosas maravillosas». La frase pronunciada por Howard Carter cuando hace casi un siglo asomó las narices a la tumba de Tutamkamón ha pasado a la historia como la esencia perfecta de lo que hay detrás de la arqueología. Generaciones de arqueólogos han soñado con vivir un momento como ese.
Hoy es uno de esos días. Un equipo internacional de científicos ha anunciado el hallazgo de una nueva estructura oculta de al menos 30 metros de largo el interior de la Gran Pirámide. Los resultados han sido publicados hoy en la revista Nature.
La memorable frase de Carter podría travestirse en una suerte de «intuyo cosas maravillosas». Y es que los investigadores han empleado un conjunto de tecnologías no destructivas entre las que destaca el análisis de muones, un subproducto de los rayos cósmicos. Estudiando el comportamiento y las anomalías producidas por estos rayos cósmicos, los investigadores son capaces de deducir la presencia de estructuras internas, del mismo modo que mediante el empleo de rayos X es posible visualizar las estructura ósea del cuerpo humano. La existencia de esa cámara, por encima de la gran galería y situada a entre 50 y 70 metros de altura, ha sido confirmada por tres equipos independientes de análisis de muones.
Durante décadas se ha especulado sobre la existencia de cámaras secretas dentro de la Gran Pirámide de Keops. Especialmente durante los dos últimos años los rumores se han disparado, debido a los avances del proyecto ScanPyramids. El año pasado, el equipo de investigación anunció sus sospechas sobre otra posible cámara en la cara norte, bajo una estructura en forma de cuña tradicionalmente utilizada para reforzar cámaras.
La función de esa cámara es, por el momento, desconocida. Y es que aún está por llegar el momento en el que pueda encontrarse la entrada a esa estructura para que un siglo después, un nuevo Carter, seguramente a través de un pequeño hilo de fibra óptica, pueda anunciar al mundo la resolución de un secreto guardado durante más de 4.500 años.