El mundo industrializado tiene mucho que aprender de la forma en la que los habitantes de las Tierras Altas de Nueva Guinea o los San del Kalahari hacen frente a algunos problemas universales del ser humano como el envejecimiento o la crianza de los hijos.
Aprender del modo en el que las sociedades tradicionales han abordado algunos de estos problemas es uno de los principales objetivos del libro ‘El mundo hasta ayer’, escrito por el biólogo y geógrafo de la Universidad de California Jared Diamond y que el próximo 19 de septiembre será publicado en castellano por la editorial Debate.
“Las sociedades tradicionales de pequeña escala nos muestran los resultados de cientos de experimentos naturales para resolver problemas humanos universales como criar a los hijos, envejecer, mantenerse en forma o gestionar los riesgos”, explica a Wadi el profesor Jared Diamond. “Nosotros no experimentaríamos jamás con otras formas de criar a nuestros hijos, pero podemos aprender mucho de estos experimentos naturales que ya han tenido lugar”.
El autor de libros como ‘Colapso’, o ‘Armas, gérmenes y acero’, obra ganadora de un Pulitzer en 1998, se ha basado en estudios antropológicos de 39 de estas comunidades y ha complementado estas observaciones con sus casi 50 años de experiencia directa junto a diferentes tribus de Nueva Guinea.
“Para cada problema humano que se discute en el libro, hay algunas sociedades tradicionales que ofrecen soluciones que pueden resultar convincentes para nosotros”.
“Por ejemplo, muchas de estas comunidades han encontrado formas de alentar a sus hijos para que sean seguros de sí mismos, independientes y capaces de tomar sus propias decisiones, sin estar sujetos a las crisis de adolescencia”, argumenta Diamond.
Este último libro de Diamond ha nacido con polémica tras haber sido calificado por Stephen Corry, director de la ONG Survival International, como “completamente equivocado” y “extremadamente peligroso”. Corry ha criticado públicamente la idea defendida por el geógrafo norteamericano y otros especialistas sobre los índices de violencia en las sociedades tribales. Según Diamond, las observaciones científicas, las historias orales y la arqueología demuestran que las sociedades tradicionales tienen por término medio índices de violencia más elevados que las sociedades estatales. Las guerras tribales, defiende, tienden a hacerse crónicas al no haber ningún poder central fuerte que asegure la paz.
No es la primera vez que Diamond antepone la ciencia a lo políticamente correcto. Ya en su anterior obra ‘Colapso’, en la que estudiaba los éxitos y fracasos de algunas sociedades en función de su relación con el medio ambiente y los recursos, el prestigioso geógrafo criticaba el estereotipo que representa a todos los pueblos del pasado viviendo en una bucólica armonía con su entorno natural. Ahora, el tratamiento sobre la violencia en las sociedades humanas le ha valido la crítica de la conocida ONG internacional. “Por desgracia la noción ficticia del ‘buen salvaje’ sigue siendo generalizada, aunque también lo está la noción ficticia contraria que considera a los pueblos indígenas como bestias primitivas”, lamenta Diamond.
“La mente inquieta”, por Miguel Aguilar, editor de Debate
Quizá si algo caracteriza a Jared Diamond es la diversidad de sus intereses y conocimientos. Profesor de medicina especializado con una tesis sobre la vesícula biliar, pasó a especializarse en ornitología y ecología para terminar dedicado a la historia ambiental. Probablemente sin esa exposición a campos tan distintos, hubiera sido incapaz de escribir la impresionante trilogía sobre la sociedad contemporánea que componen “Armas, gérmenes y acero”, “Colapso” y “El mundo hasta ayer”.
“Armas, gérmenes y acero” fue un libro revolucionario. Nadie hasta entonces había sido capaz de agrupar en un argumento coherente tanta información. De hecho, han tenido que pasar catorce años para que aparezca una hipótesis alternativa mínimamente sólida. En ese libro Diamond explicaba por qué las sociedades occidentales habían acabado siendo las más exitosas del planeta, alejándose de las explicaciones culturales al uso. En “Colapso”, daba un paso más, y buscaba en sociedades del pasado ejemplos de mal (y buen) uso de los recursos naturales a su disposición, para calibrar la situación en la que nos encontramos ahora. Las conclusiones eran tan severas como esperanzadoras: vamos por mal camino pero dependemos de nosotros mismos.
“El mundo hasta ayer” vuelve a mirar al pasado para sacar lecciones útiles en el presente. En este caso se trata de las normas de la propia sociedad: cómo tratan las sociedades tradicionales a los ancianos, cómo educan a los niños, cómo resuelven los conflictos. Un libro tan fascinante como iluminador. El mejor ejemplo de lo que puede lograr una mente tan inquieta como la de Jared Diamond.