Garoña: denuncias anónimas, vertidos y repuestos que no caducan

Así destapamos el último escándalo de la polémica central nuclear.

El pasado jueves 18 de marzo, el CSN publicó el acta de inspección de la central Nuclear de Santa María de Garoña, correspondiente al primer trimestre de este año. El acta recoge un cúmulo de anomalías entre las que destaca el vertido al suelo de 3 litros de residuos radiactivos cuando los operarios de la central se encontraban moviendo un bidón que estaba en muy malas condiciones.

El sábado 20 de marzo dimos cuenta del contenido del acta en el diario Berria. Fue el pasado 23 de marzo cuando el que esto escribe le hizo llegar el documento a una antigua compañera de la agencia EFE. Esa misma mañana, EFE elaboró una nota de prensa que hizo que la noticia se difundiera a nivel estatal.

Al contrario de lo que mucha gente piensa, el CSN no ha notificado nada, simplemente se ha limitado a cumplir lo que le ordena la ley, concretamente, el Real Decreto 1440/2010. El organismo regulador de la energía nuclear en España se ve obligado a publicar todas las actas de inspección que realiza. Todo ello se basa en la teórica transparencia informativa que debe garantizarse en cualquier país democrático. El problema es que casi nadie lee esas actas. Como dice el conocido aforismo de la comunicación, si quieres ocultar algo, lo mejor que puedes hacer es ponerlo a la vista de todos.

Los periodistas nunca debemos ser protagonistas, pero en ocasiones saber el contexto en el que surge en las noticias ayuda a entender la realidad. Y, precisamente, ayudar a contextualizar lo que pasa es una de nuestras funciones principales. Por eso hago público el contexto en el que se ha dado esta noticia. No ha habido ninguna nota informativa al respecto. El escándalo lo han destapado los medios de comunicación.

En honor a la verdad, la inspección que se realiza las estaciones nucleares suele ser muy exhaustiva, y en ocasiones las incidencias remarcadas no pasan del nivel de la anécdota. Pero, en este caso, el acta de inspección recoge una serie de elementos que van más allá de lo permisible.

En primer lugar, el hecho de que el incidente no haya pasado a la categoría de notificable no invalida el hecho de que la gestión del mismo haya sido penosa. El propio inspector relata cómo se arrancó una capa de asfalto de entre 2 y 3 milímetros para recuperar cuanto antes los niveles de radiación y no tener que notificar el incidente de manera oficial.

Al parecer, no es el único bidón con problemas. Según relata el propio inspector: “Algunos silos contienen bidones que han perdido la integridad y el residuo se encuentra disperso por el interior del silo”.

Otro aspecto importante que se ha dejado de lado en la mayoría de informaciones publicadas hasta el momento es la existencia de una denuncia anónima presentada por un trabajador, utilizando los protocolos que para ello marca el CSN, y que tienen como objetivo tratar de impedir las malas prácticas.

Los bidones están en tan mal estado que, en ocasiones, no pueden moverse con la grúa utilizada para ese cometido. Eso provoca que los trabajadores tengan que entrar cada vez más veces en la zona restringida. “A medida que se iban extrayendo bidones, los que se sacaban eran (sic) progresivamente en peor estado, precisando de entradas a la casamata cada vez más frecuentes y prolongadas, lo que motivó las quejas del personal”.

Por último, y aún constando en el acta numerosas incidencias, no queremos dejar de destacar una que nos parece especialmente significativa: el hecho de hacer caso omiso a las caducidades de los repuestos que marca el fabricante. Reproducimos a continuación el pasaje completo:

En la revisión de materiales y órdenes de trabajo se reparó en que todos los repuestos a instalar de las correas trapezoidales del ventilador presentaban fechas de caducidad sobrepasadas: 06/11/2016 y 29/11/2013, pertenecientes a los pedidos R501292 y R500568-R, respectivamente, según el Vale de Almacén. Los operarios no concedían importancia a dicha circunstancia. Preguntado Mantenimiento al respecto, se contestó que cuando en Almacenes se sirve un pedido de material para un trabajo, se revisan las caducidades consignadas en la documentación y si han sido sobrepasadas, se evalúa si los repuestos siguen en condiciones de uso. Si la respuesta es afirmativa se actualiza la señalización en la caja, pero las etiquetas de los repuestos no se actualizan; este es el motivo por el que los intervinientes no revisan las etiquetas identificativas de los materiales empleados, pues suponen que es una tarea que ya se ha realizado previamente. El titular abrió el hallazgo CSN-IR-117 en el PAC.

En román paladino, que si el responsable de turno cree que un repuesto caducado puede servir, le cambian la fecha y se acabó el problema. Ese es el nivel de seguridad que se aplica en la central nuclear más veterana de España.

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